lunes, 4 de enero de 2010

Una campaña efectiva

1.897. Es un número que en principio no nos dice nada. Un simple número de 4 cifras, sin sentimiento. Pero es un número que guarda muchas historias, con un final trágico, pero con una lectura positiva. 1.897 ha sido el número de muertes en carretera durante 2009, 283 menos que en 2008. Hace 10 años este número ascendía a 5.776 fallecidos.

Gracias a estos números, España se ha situado entre los seis países de la Unión Europea que más se aproximan a reducir en la mitad las víctimas por accidentes de tráfico en 10 años. Pero todo este logro no ha sido fruto de la casualidad, ni de la suerte. Ha habido un duro trabajo de concienciación unido a un endurecimiento de la legislación.

Las campañas realizadas por la Dirección General de Tráfico han realizado una labor muy importante. Campañas estudiadas hasta el último detalle, pero con un único fin: que los conductores sean prudentes al volante. Hace no demasiados años, tomarse una copa (o dos, o tres…) y luego coger el coche era algo dentro de la normalidad. El cinturón era otro complemento del coche, como el mechero o ese perrito de cuello dislocado. Un elemento inútil y decorativo en tu vehículo. 120 kilómetros/hora es lo mínimo que podías coger de camino al pueblo. Pero los accidentes seguían sesgando vidas, demasiadas al año.

Los anuncios han ido evolucionando durante los últimos años. Desde que la DGT comenzara a concienciarnos, allá por 1964, ha utilizado todo tipo de estrategias comunicativas. En estos primeros años eran livianos, en los que se usaban hasta dibujos animados para advertirte de los peligros, como cruzar sin mirar o los adelantamientos. También te recordaban la necesidad de revisar los distintos elementos del coche.

Ya en los años 70 comienzan a centrarse en el uso del cinturón y el abuso del alcohol al volante. Pero aún no se muestra de forma restrictiva. “Use el cinturón, incluso en ciudad” o “Conductor, al volante, siempre una copa de menos”. Se muestra la permisividad que había en la época a pesar de saber los fatídicos resultados que dejaban en la carretera.

En los años 80 aún siguen siendo bastante “light”. Se centra en la precaución, la prudencia y el respeto a las normas de tráfico (alcohol cinturón, casco…) Comienzan a recurrir a personajes famosos para dar los consejos, como Fernando Fernán Gómez.

Pero será en la década de los 90 cuando los anuncios dejan de ser tan livianos. Ya no usan dibujos animados sino que usan personas reales. Bajo el lema “Las imprudencias se pagan”, los anuncios nos mostraban los efectos, unas veces ficticios y otras reales, de la conducción imprudente. Gente en sillas de ruedas, con traumatismos, con lesiones cerebrales. Una cara poco amable. A finales de los 90, numerosos rostros famosos se unen a la labor de la DGT y participan en los anuncios. Carlos Sainz, Dani Martín, Alejo Sauras,…te daban un único mensaje: VIVE.

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En los últimos 10 años se han dado las campañas más agresivas. Accidentes totalmente explícito que obligaban a taparse los ojos por su dureza. Atropellos, cuerpos atrapados en los vehículos,…una imagen dantesca pero que refleja la realidad de las carreteras. Se sigue haciendo especial hincapié en el uso del cinturón, delante, detrás, con los niños; el uso del casco, el exceso de velocidad y sobre todo, el consumo de alcohol al volante. Parece que la DGT no sabía cómo decírnoslo. “No podemos conducir por ti”.

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Pero a estos anuncios hay que unirle una serie de modificaciones y reformas legislativas que endurecen las penas y multas por no respetar las normas de tráfico. Pasamos de tener un carné, a tenerlo por puntos, como en un videojuego. Los radares comenzaron a inundar las carreteras y a cazarnos cual liebres. En 2007, el Código Penal no dejó pasar una y se pasó a castigar de una forma más dura las imprudencias al volante. Este año que comienza trae consigo un control de velocidad media por tramos, la reforma del sistema sancionador y el pago de multa “online”.
Muchos pueden decir que han conseguido reducir los accidentes a golpe del talonario de los conductores, que a saber en qué emplea el dinero la Guardia Civil. Sea por lo que sea, por las “putadas” que nos hacen o por los anuncios que nos muestran, la cifra está ahí. Ha bajado, y mucho. 1.897…aún siguen siendo demasiados. Pero vamos por buen camino. Ahora cuando salimos ni se nos ocurre llevar el coche si bebemos. Hacemos turnos para ver quién lo lleva. Ponerse el cinturón se ha convertido en un acto reflejo, igual que meter las marchas de manera inconsciente. Respetamos los límites, aunque sea por los radares, pero lo hacemos. Y si vemos a alguien en moto sin casco casi que lo aborrecemos. Poco a poco hemos ido interiorizando estos hábitos, que no sirven para otra cosa más importante que salvarnos la vida.

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1 comentario:

  1. VALORACIÓN GENERAL DEL BLOG:
    - Deberías completar el blog con: reloj, encuestas y calendario.
    - En enero el mínimo de entradas es 2. Se corregirá todo el día 12 de enero.

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