Antes de entrar, reparten el material de trabajo: el
programa junto a folios reciclados y un bolígrafo forrado con papel reciclado.
Una buena declaración de intenciones nada más comenzar. Es lo que se vivió la
pasada semana durante el taller de comunicación ambiental ‘Muévete por el
cambio’ (#mueveteporelcambio para los tuiteros), un evento organizado por
EMARTV emisoras locales de Andalucía y la empresa Ecomímesis, especializada en
asesoría ambiental.
El medio ambiente ya no sólo es objeto de los documentales
de La 2. Tristemente cada vez es más noticiable por la fatídica huella que el
ser humano deja en ella. Nos han advertido tanto sobre las consecuencias
naturales de nuestro modo de vivir, que se ha convertido en un tema habitual,
incluso de moda en los medios de comunicación. A casi todos les suenan
conceptos como efecto invernadero, capa de ozono, contaminación acústica,
lumínica, el deshielo de los polos, la subida de la temperatura y la extinción de
especies animales, por poner ejemplos. Todo ello requiere de un lenguaje,
conocimiento y, porque no decirlo, de una sensibilidad especiales. En un
intento de concienciar y de orientar a los comunicadores en este tema que
debería ocupar los primeros puestos en las agendas de los medios, nació este
taller, del que intentaré plasmar de qué hablamos entre las paredes de la
Facultad de Comunicación de Sevilla.
Primer día: A qué nos enfrentamos. Cada gesto cuenta.
“No hay crisis económica, hay crisis de valores”, así
sentenció Manuel Chaparro, director de EMA-RTV, durante su conferencia inaugural.
Puso en tela de juicio eso que los países occidentales abanderan: el desarrollo.
Un desarrollo que se resume en consumir, consumir y consumir. Y que, además, tratamos de aplicar a lo que consideramos “países en vías de desarrollo”. Sí, los mismos que generamos 1 kilo de basura por persona y día, los que más contaminamos y los que utilizamos
un 80% de los recursos para tan sólo un 20% de la población. Y nos llamamos
civilizados.
Entre ponencia y ponencia, una idea se repetía en cada una
de ellas: los gestos individuales cuentan. Comprar por necesidad, reciclar o
caminar, dejando nuestro coche en la puerta, son pequeñas acciones que no por
pequeñas son menos importantes. La suma de todos puede dar mucho y se
transmitió a todos los que escuchábamos con interés en la sala.
Dentro de esos cambios en nuestros hábitos de consumo, la
movilidad fue uno de los aspectos más valorados y debatidos en Muévete por el
cambio. Párese a preguntar o mire en su propia casa. Seguro que la mayoría
tenéis más de un vehículo privado en casa. En mi caso tenemos dos coches en una
familia de tres personas. Y si miráis al lado en un atasco, pocos coches están ocupados
por más de una persona. Ahorro de tiempo, ahorro de dinero, que el transporte
público está muy caro,… Muchas son las razones que damos mientras respiramos el
aire de una de las ciudades más contaminadas de España.
Para hablar de las grandes alternativas al vehículo privado,
se pusieron varios ejemplos sobre la mesa. Alberto García, de FFE, defendió las
bondades del tren, al consumir menos energía y conseguir trasladar a más
personas de una forma eficiente. Aunque la audiencia le recordó el principal
problema de servicios como el AVE: su precio. La innovación vino de la mano de Cochele, que ha introducido
un nuevo término en Sevilla: el carsharing. Se trata de un servicio de alquiler
de coches eléctricos por kilómetros y horas. Una opción limpia y económica para
coger un vehículo privado sólo lo estrictamente necesario. Podría ser interesante para aquellos que vengan a la ciudad sólo por negocios sin necesidad
de alquilar un vehículo durante toda una jornada o para simplemente para empresas de aquí. La flota está
repartida en distintos puntos de Sevilla y funcionan 100% con electricidad.
Cómo no, Sevici también tuvo su representación con Virginio
Moreno, del Ayuntamiento de Sevilla. El servicio público de alquiler de
bicicletas es ya una realidad en las grandes ciudades españolas y sin duda ha
ayudado a retirar muchos vehículos privados de la calzada, incluido todo el C02
que sueltan a la atmósfera. Según datos ofrecidos por Moreno, más de un 30% de
los usuarios de Sevici iban antes en coche, sin contar todas las bicicletas
privadas que los sevillanos se han atrevido a sacar de sus trasteros gracias a
la amplia red de carriles bici, todo un acierto.
Pero hay vida más allá de la bicicleta y el autobús. Los
trenes de Cercanías, el tranvía, el Metro o el servicio Bus+Bici del Consorcio
de Transportes son otras de las opciones para moverse por la urbe y aún son
desconocidas para muchos. Para evitarlo, recomiendo echar un vistazo a Metus,
que te ayuda a calcular la ruta más rápida usando sólo el transporte público.
Una manera rápida, limpia y verde de moverse.
También hubo tiempo para el audiovisual con el documental
sobre la obsolescencia programada Comprar, tirar, comprar, una interesante y
reveladora visión sobre cómo se acorta la vida de los productos en buscar de un
mayor crecimiento económico. Un documento digno de ver y que requeriría como mínimo par
de minutos para pararse a pensar hacia dónde vamos. Juzguen ustedes mismos.
PD: Resumen y reflexiones del resto de las jornadas
próximamente…
No hay comentarios:
Publicar un comentario